2019: sobre las ruinas de Tokio se laza la metropolis de Neao-Tokio, una ciudad opresiva e inhumana donde la violencia, el terrorismo y la droga son problemas cotidianos. Las sectas religiosas y los grupos extramistas, aprovechandose de la insatisfacción de los ciudadanos, cultivan el mito de AKIRA, un "niño cobaya" depositario de la "energia absoluta" cuya resurrección significaría para Japon el amanecer de una nueva era.
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